Jorge Alfredo Calderón Serrano
RESUMEN
El
presente trabajo busca una relación directa entre dos conceptos de hoy en día,
estos son: “Sociedad del conocimiento” y “Software libre”, intentando demostrar
que ambos términos se relacionan directamente.
El aparecimiento de pensadores como Richard Stallman configura nuevas
sociedades con nuevos valores éticos y estéticos, creando una nueva forma de
actuar y de sentir. Adicionalmente a
esto, se debe reflexionar de los peligros que conlleva esta filosofía.
1.
INTRODUCCIÓN.
Actualmente
veo a mi alrededor una nueva generación que está permanentemente conectada a
las redes sociales, sea éste un celular, un computador, un “blackberry” o un
“ipod”. Esto me ha hecho pensar que se
está incubando una forma de entender, de sentir e incluso de expresarte por lo
menos en este lado del mundo (no todos estamos conectados). ¿Se está acabando la era industrial?. ¿Existen nuevos paradigmas que se están
incubando en las construcciones individuales de las personas y de la sociedad
en su conjunto? ¿Estamos ya en una era postindustrial?.
Por
otro lado, desde mi profesión (ingeniero de sistemas), hablamos constantemente
de la palabra “conocimiento”, sea indirecta o directamente, consciente o
inconscientemente, tomando la forma de “propiedad intelectual” versus “software
libre”, y se observa que existe una “guerra” (no violenta físicamente), justamente, en si el “conocimiento”
desarrollado en un “software” debe ser compartido o no. ¿Es que acaso en esta nueva era
postindustrial, el cimiento será el “conocimiento”? y si esta noción es
correcta, ¿ya entramos a un debate que configure los cimientos de esta nueva
sociedad, teniendo como “chivo expiatorio” los programas y algoritmos
computacionales?. Con esta idea me introduzco en la presente investigación,
esperando que la misma me dé respuestas a estas inquietudes.
2.
¿QUÉ ES LA SOCIEDAD DEL
CONOCIMIENTO?
Para
responder esta pregunta, tomaré un fragmento de Sally Burch, en su libro “Se cayó el Sistema”:
“¿Vivimos
en una época de cambios o un cambio de época? ¿Cómo caracterizar a las
profundas transformaciones que vienen con la acelerada introducción en la
sociedad de la inteligencia artificial y de las nuevas tecnologías de la
información y la comunicación (TIC)? ¿Se trata de una nueva etapa de la
sociedad industrial o estamos entrando en una nueva era? “Aldea global”, “era
tecnocéntrica”, “sociedad postindustrial”, “era -o sociedad- de la información”
y “sociedad del conocimiento” son algunos de los términos que se han acuñado en
el intento por identificar y entender el alcance de estos cambios. Pero
mientras el debate prosigue en el ámbito teórico, la realidad corre por delante
y los medios de comunicación eligen los nombres que hemos de usar.
Cualquier
término que usemos, en el fondo, es un atajo que nos permite hacer referencia a
un fenómeno -actual o futuro-, sin tener que describirlo cada vez; pero el
término escogido no define, de por sí, un contenido. El contenido emerge de los
usos en un contexto social dado, que a su vez influyen en las percepciones y
expectativas ya que cada término lleva consigo un pasado y un sentido (o
sentidos), con su respectiva ideología. Era de esperarse, entonces, que
cualquier término que se quiera emplear para designar la sociedad en la que
vivimos, o a la cual aspiramos, sea objeto de una disputa de sentidos, tras la
que se enfrentan diferentes proyectos de sociedad.
En
el marco de la Cumbre
Mundial de la
Sociedad de la
Información -CMSI-, hay dos términos que han ocupado el
escenario: sociedad de la información y sociedad del conocimiento, con sus
respectivas variantes. Pero, si bien el marco impuso el uso del primero, desde
un inicio provocó disconformidad y ningún término ha logrado un consenso.”
En
la última década, la expresión “sociedad de la información” se ha consagrado
sin lugar a dudas como el término hegemónico, no necesariamente porque exprese
una claridad teórica, sino por el bautizo que recibió en las políticas
oficiales de los países más desarrollados (los países del G8), además de la
coronación que significó honrarlo en varias Cumbres Mundiales, tanto por la Unión Internacional
de Telecomunicaciones como por la
ONU (2003 y 2005).
El
término “Sociedad del Conocimiento” tomó vigencia en la década de los noventa y
ha sido adoptado por la UNESCO,
quien ha desarrollado una reflexión profunda en torno al tema, que busca
incorporar una concepción más integral, no en relación únicamente con la
dimensión económica.
Con
esto indico que los términos “sociedad del conocimiento” o “sociedad de la
información” en el presente trabajo son sinónimos, ya que no pretendo realizar
una epistemología de los términos, más si debo indicar que tengo una
inclinación mayor a la primera, que más
adelante expondré los motivos.
Han
existido varios pensadores que han identificado esta sociedad post industrial,
expondré de acuerdo a mi criterio tres pensadores:
2.1
Peter Drucker (19 de noviembre de 1909 – 11 de noviembre de 2005)
Era
un Administrador de Empresas se interesó por la creciente importancia de los
empleados que trabajaban con sus mentes más que con sus manos. Le intrigaba el
hecho de que determinados trabajadores llegasen a saber más de ciertas materias
que sus propios superiores y colegas. Drucker analizó y explicó cómo dicho fenómeno
desafiaba la corriente de pensamiento tradicional sobre el modo en que deberían
gestionarse las organizaciones (la cual era funcional, es decir todos los
obreros debían realizar su función y nada más, esta corriente de pensamiento se conoce como mecanicismo).
Realizo
un paréntesis para exponer en qué consiste este pensamiento:
El
personal no se consideraba como aspecto clave para la supervivencia de la
organización. Lester Thurow
hace una crítica severa a este pensamiento, expresándolo así: “la adquisición
de conocimientos prácticos es una responsabilidad individual y las empresas
existen para mantener bajos los salarios. Los trabajadores son simplemente un
factor más de la producción, para ser contratados o rentados al costo más bajo
posible, tal y como se compran materias primas o maquinaria. Los trabajadores
no son miembros del equipo. Las relaciones de adversario entre los obreros y
los patrones son parte del sistema”.
Este
estilo de gerencia está sustentado esencialmente en concepciones del Siglo XIX.
Russell Ackoffdenomina
“La Era de las
Máquinas”. En esta concepción, el mundo y las organizaciones son como
mecanismos de reloj, exactamente predecibles, y su método básico de búsqueda de
conocimiento es el análisis, el estudio de las partes por separado
(reduccionismo). Así, de la Revolución Industrial surgió lo que ha sido llamado
La Empresa como una Máquina: “las empresas... como todas las máquinas, no
contaban con atribuciones para tener un propósito propio, sino que se creía que
su función era servir a los propósitos de sus dueños. Su propósito principal
era obtener un retorno adecuado sobre la inversión de tiempo, dinero y
esfuerzo. La obtención de utilidades llegó a ser concebida como la única
función legítima de la empresa”. Esta creencia aún sigue vigente en muchas
empresas. Como es lógico en esta
concepción de pensamiento se generaron dos concepciones políticas, los que
defendieron (o defienden) el capital y los que se ponen del lado del obrero. Siendo el trabajo el que los relaciona. Nótese
que en esta corriente de pensamiento no se tomaba en cuenta jamás el
conocimiento de la persona como generador de valor.
Una
vez aclarado esta corriente de pensamiento continuemos con Drucker:
En
su libro “La era de la discontinuidad” (1969), dedicó una sección a la
“Sociedad del conocimiento”, basándose en una serie de datos y proyecciones
económicas de Fritz Machlup (uno de los primeros autores en acuñar la expresión
"Sociedad de la Información"). Drucker explicó en dicha obra que, a
finales de los 70, el sector del conocimiento generaría la mitad del PIB.
Identificó
que los recursos naturales, la mano de
obra y el capital se han convertido en secundarios y pueden obtenerse, con
cierta facilidad, siempre y cuando haya saber.
Para
Drucker, pues, las nuevas tecnologías, que acompañan a la sociedad de la
información, están transformando radicalmente las economías, los mercados y la
estructura de la industria, los productos y servicios, los puestos de trabajo y
los mercados laborales. El impacto es mayor, según él, en la sociedad y la
política, y (en conjunto) en la manera en que vemos el mundo y a nosotros
mismos. Los estados, sus fronteras,
serán rotas por las redes de la información, interconectándolos en un mercado
único que se autorregula.
2.2 Manuel Castells (España, 1942)
Sociólogo,
uno de los más reconocidos investigadores de la evolución económica y las
transformaciones políticas, sociales y culturales en el marco de una teoría
integral (sistémica) de la información.
Los resultados de su trabajo se recogen en su trilogía “La era de la
Información”.
Castells
prefiere el término “sociedad informacional” antes que “Sociedad de la
Información” (haciendo la comparación con la diferencia entre industria e
industrial). Señala que si bien el conocimiento y la información son elementos
decisivos en todos los modos de desarrollo, “el término informacional indica el
atributo de una forma específica de organización social en la que la
generación, el procesamiento y la transmisión de información se convierten en
las fuentes fundamentales de la productividad y el poder, debido a las nuevas
condiciones tecnológicas que surgen en este período histórico.”
Más
adelante precisa: “Lo que caracteriza a la revolución tecnológica actual no es
el carácter central del conocimiento y la información, sino la aplicación de
ese conocimiento e información a aparatos de generación de conocimiento y
procesamiento de la información/comunicación, en un círculo de retroalimentación
acumulativo entre la innovación y sus usos”. Y acota: “La difusión de la
tecnología amplifica infinitamente su poder cuando sus usuarios se la apropian
y la redefinen. Las nuevas tecnologías de la información no son sólo
herramientas que aplicar, sino procesos que desarrollar. (...) Por primera vez
en la historia, la mente humana es una fuerza productiva directa, no sólo un
elemento decisivo del sistema de producción”.
Es
decir que por primera vez se pone de manifiesto, que el “conocimiento” es un
factor productivo directo, podríamos estar hablando de una cuarto factor, ya
que anteriormente Marx y Weber habían hablado de tres: capital, tierra y
trabajo. (Sin olvidar el quinto el cual es la tecnología o simplemente
técnica).
Actualmente
Castells predice la muerte del “modelo de capitalismo global desregularizado”.
A
diferencia de Peter Drucker, quien era un liberal en este aspecto, predecía un
mercado global sin fronteras y sin regulaciones (regulándose por sí solo),
Castells predice (y ya es un hecho) la regulación
y control de la economía por parte de Gobiernos hegemónicos (por ejemplo de
Estados Unidos actualmente).
Por
otro lado, de acuerdo a una propia interpretación de la lectura de Castells, es
que ya hemos creado a “Matrix”, trilogía de películas de ciencia ficción escritas y dirigidas
por los Hermanos Wachowski,
en donde la “Matriz” son nuestras redes de comunicación (Internet por ejemplo),
creada por el hombre y esta no se la puede apagar, nosotros somos las “baterías”
que dan vida a este “ser”.
2.3
Taichi Sakaiya (Japón, 1935)
Personalmente
el que responde a mis preguntas de manera más cercana, sobre todo a lo que
refiere al pensamiento que se encuentra alrededor del Software Libre.
Economista,
uno de los más reconocidos pensadores en Japón.
En su libro, “Historia del Futuro: La Sociedad del Conocimiento” parte de varios supuestos filosóficos desde
el ser humano que nos aproximan a entender que está ocurriendo actualmente, el
principal es el “Impulso Empático”, de acuerdo a sus palabras este consiste:
“…
los seres humanos, sin importar su entorno cultural o histórico, desarrollan
una ética y estética que favorece la plena explotación de los recursos
abundantes y la economización de los bienes escasos”.
En
otras palabras, consumir lo que abunda, y rechazar lo que escasea.
“El
instinto que mueve a los hombres a considerar viril y apropiado afrontar la
escasez de un bien necesario eliminando los obstáculos en la línea de
aprovisionamiento, creando substitutos o buscando nuevas fuentes, también los
lleva a desarrollar un impulso empático hacia el medio ambiente, el cual los
convence de abstenerse de usar los bienes escasos y de aprovechar los
abundantes. En la práctica este impulso
empático origina un pensamiento y una conducta que trasciende el mero principio
económico de que lo abundante debe ser barato y lo escaso debe ser caro. En otras palabras, llega un punto en que la
estética y la ética trascienden la lógica del mercado.”
Las
preguntas que salen de este párrafo son tres:
Si
es verdad lo del “Impulso Empático” del hombre, ¿qué es lo que abunda
actualmente?, ¿Cómo nos afecta a nuestra ética?, y ¿Cómo nos afecta a nuestra
percepción de la estética?.
Las
respuestas de acuerdo a Sakaiya son:
¿Qué es lo que abunda?:
El bien que existe en abundancia es el saber, en un sentido amplio que incluye
las acepciones “conocimiento” e “información”, como nunca antes.
¿Cómo nos afecta a nuestra ética? En un
cambio de valores, para citar a Nietzsche,
en una “Trasmutación de valores” como sociedad. Para probar esta afirmación se
vale de ejemplos como las crisis energéticas, en donde antes de estas crisis se
creaba casa o autos grandes, sin escatimar el uso de energía, en el momento de
las crisis se cambió por ejemplo, a autos pequeños. Personalmente podría citar más ejemplos, como
el “pensamiento ecologista” causado por “el calentamiento global” y otros
fenómenos que crean “una nueva conciencia”.
Hoy
en día el ciudadano común se ha dado cuenta que los recursos son finitos, el
“impulso empático” nos lleva a pensar de que se requiere “contención”, es
decir, existe un cambio en la concepción de la eticidad, ahora es mal visto el
“desperdicio”, antes era signo de opulencia.
Más
adelante expondré esta nueva ética que lleva consigo el “Software Libre”.
¿Cómo nos afecta a nuestra percepción de la
Estética? En el sentir de cada uno de nosotros. Al existir abundancia de conocimiento y de
información, cambiamos de un mundo objetivo a otro subjetivo, eso se prueba en
nuestros gustos, tomando el ejemplo del auto, ya no queremos un auto estándar,
sino uno “tuneado”. Estamos en una
sociedad en donde la diversificación de productos no tiene límite, quien manda
es el consumidor final ya no las corporaciones (¿que está pasando actualmente
con General Motors, otrora una gran trasnacional?), Peter Druker lo tomaba como
ejemplo positivo. Actualmente las necesidades son exponenciales. Este mismo ejemplo aplica al software.
Con
respecto a la subjetividad, tomo por ejemplo una corbata la cual tiene mucho
más valor una de “marca” que una “china”, esto es lo que Sakaiya llama (valor
conocimiento).
Actualmente
utilizamos conceptos como “innovación”, la cual es parte de nuestra vida
diaria, ¿quién de nosotros compraría actualmente un VHS? , creo que nadie a
menos que sea por una necesidad muy específica o una nostalgia. Es decir, la innovación en términos de
Sakaiya es “una estrella fugaz”. La
abundancia de información y conocimiento nos hace que nuestro “sentir” cambie
rápidamente y con ello nuestra percepción individual del mundo que nos rodea y
valores a nivel de sociedad.
3.
¿CÓMO ENCAJA EL
SOFTWARE LIBRE EN ESTA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO?
Richard
Stallman, nos propone en forma breve:
En
el presente trabajo no voy a explicar la filosofía del software libre, mas voy
a demostrar, que este pensamiento es consecuencia directa de la “sociedad del
conocimiento”, y para ello voy a valerme de las ideas vertidas por los
anteriores pensadores y en especial por Sakaiya:
Stallman
propone las cuatro libertades:
Libertad 0: La libertad
de usar el programa, con cualquier propósito.
Libertad
1: La libertad de estudiar cómo funciona el programa y modificarlo, adaptándolo
a tus necesidades.
Libertad
2: La libertad de distribuir copias del programa, con lo cual puedes ayudar a
tu prójimo.
Libertad
3: La libertad de distribuir copias del programa, con lo cual puedes ayudar a
tu prójimo.
En
conclusión, propone el “compartir el conocimiento” vertido en un programa
computacional, no se hace referencia a la parte económica que esto
implica. Tomemos ahora las palabras de
otro filósofo (considero que Stallman lo es),
Hiroshi Tasaka ,
quien dice:
“…Estamos
entrando en una nueva era, la de la sociedad del conocimiento. Pero aquí
encontramos una paradoja: en la sociedad del conocimiento, el conocimiento
perderá valor. Hace 10 años era muy valorada una persona con un gran
conocimiento, pero hoy en día con un simple clic accedemos a todo el
conocimiento del mundo. Esto es una realidad.”
Tácitamente
este filósofo asevera que el “conocimiento no tiene valor”, si tomamos a
Sakaiya con su supuesto del impulso empático y lo que abunda es conocimiento,
posee coherencia, el conocimiento es vital en el aspecto productivo más ya no
posee valor, es una paradoja. Entonces,
¿qué es lo que posee valor?, continuemos con la respuesta que nos da Tasaka:
“Lo
importante no es el conocimiento, sino la sabiduría, algo que no puede
definirse en un papel”.
Es
decir, es un “generador de valor“, se debe administrar el conocimiento, para
que éste genere valor, eso es lo que Tasaka nos quiere decir, es a lo que él
llama “sabiduría”.
Hace
varios años buscábamos a un “experto” en algo, hoy en día gracias a la
“Inteligencia colectiva”, mediante un “Blog”,
cientos de personas de manera voluntaria nos ayudan o ayudamos, cada uno de
ellos no serán expertos, pero sumado tal vez nos den una solución mejor que la
de un experto.
Para
que se genere conocimiento es necesario que exista la “doble vía”, es decir,
que la información que se da en una vía, ejemplo un profesor dictando una
clase, exista respuesta, es decir de los alumnos, pero esta respuesta debe ser
analítica y también crítica. A nivel
tecnológico ya existen los medios o herramientas para que se de este tipo de
interacción, este es la revolución 2.0, como por ejemplo un Blog o un Wiki.
Regresando
a Stallman, entonces, ¿el “compartir” es un nuevo comportamiento ético?. No, en primera instancia, por cuanto siempre
a estado presente en la historia humana,
pero hoy en día producto de la era mecanicista (ya analizada
anteriormente en este trabajo), produjo el copyright (derechos de copia,
propiedad intelectual, etc). Palabras
como “pirata” hacen referencia a una persona que “copia” un contenido más no a
su sentido original. Pero esto se originó cuando la información estaba
firmemente vinculada al soporte físico (medio) que lo sustentaba. Hoy se
separara totalmente el contenido del medio. La información digitalizada es
incontable y ubicua, y su costo marginal de reproducción y distribución es
nulo. Una vez creada y digitalizada, una obra intelectual puede ser copiada,
distribuida, accedida y disfrutada por millones de personas al mismo tiempo sin
que se note diferencia entre el original y las copias, sin existir un costo
marginal derivado de este disfrute. Hoy abunda, y por lo tanto produce un
cambio en nuestros valores.
Tomo
lo dicho por Emile Durkheim,
quien decía que el delito es un hecho natural, y que muchos “delincuentes” se
adelantaron a su época, como por ejemplo, Sócrates quien bebió cicuta como
castigo a la Ley de la época, sin embargo fue necesaria su presencia para que
Grecia floreciera.
Entonces,
¿Stallman es delincuente?, no de forma directa, pero está en contra de un hecho
regulado por la Ley actual, el cual es “la propiedad intelectual y patentes” en
lo que se refiere al software. Él
propone que el “compartir” es una “decisión individual”, no de un grupo. El grupo(s) que aparece es la suma de varios
individuos que tomaron la misma decisión, de esta forma no se viola ninguna
norma ni Ley.
Nuevamente
tomando a Sakaiya, esta “nueva forma de ver el mundo” tenía que darse, primero
ha sido el software como “chivo expiatorio”, más adelante se discutirá y mucho
con respecto a todo contenido. La
aparición de Stallman no es producto del azar, es producto de la aparición de
la “sociedad del conocimiento” creada por nosotros mismos.
Ahora
si yo poseo un software con licencia GPL o “software libre” y lo modifico,
estas modificaciones también deben ser compartidas. Es decir, tengo un “deber
hacer”, asumo un compromiso, esta formulación me conduce a la moral Kantiana
mediante su “imperativo categórico”, el cual dice: “Obra sólo de forma que puedas
desear que la máxima de tu acción se convierta en una ley universal." Con esta frase Kant inagura la “moral
moderna”, ya que la misma tiene un cumplimiento inmediato e individualizador,
es una orden y el destinatario es una sola persona (el mismo). En este sentido encuentro que la Filosofía
del Software libre tiene un cumplimiento inmediato, una exigencia individual
que la “debo cumplir”, es decir un “imperativo categórico”, que lo hace moral.
4.
POSIBLES PELIGROS DE
LA FILOSOFÍA DEL SOFTWARE LIBRE.
Indudablemente
es una revolución en el pensamiento actual, pero como toda línea de
pensamiento, corre el riesgo de volverse dogmática, es decir una “nueva verdad
revelada”, no hay como discutirla y por ello se vuelve divisionista, “estás con
ella o contra ella”. Hay que tener
cuidado con estas posturas por cuanto impiden un diálogo entre personas. Como
dice Joaquín Sabina:
“…Eso de no poder hablar de determinada gente porque no son de nuestro bando, o
llegar a la televisión o los periódicos echar a los de antes porque no son de
nuestro bando –sin considerar que algunos del otro bando tienen algunas cosas
interesantes y que los dos bandos no son tales, sino que son grises y no rojos
ni azules-, me parece terrible…”
El
trabajo en equipo, o mejor dicho la “inteligencia colectiva” que propone el
desarrollo del software libre, por un lado nos hace igual o más inteligentes
que un experto, eso es bueno, pero, al ser fuerte el equipo, se desvanece el
“yo”. Como por ejemplo la Wikipedia
(Richard Stallman propuso crear la GNU Enciclopedia, la cual muchos lo
catalogan como el padre de la Wikipedia), por un lado la persona quien aporta
sabe que está su espíritu presente, más nadie lo ve, es una forma de “estar y
no estar”, existe una “desvanecencia del yo”.
Este nuevo “sentir” hará o está haciendo que las personas, tomando
palabras de Castells, “se refugien en aquello que conocen: su casa, su familia,
su lugar, su religión, su lengua, o sea, todos los que los sociólogos llamamos
identidades primarias históricamente construidas”.
Por
último el tercer peligro que encuentro, al ser el software libre una
“herramienta tecnológica” es el caer un “Tecnocentrismo”, es decir pensar que
el centro de todo es la “tecnología” (por ejemplo el manifiesto de Hipatia).
La tecnología no resuelve nuestros problemas, no responde las preguntas, son
las personas la que lo hacen. El mundo es posible sin tecnología, pero no lo es
sin personas.
5.
CONCLUSIONES.
En
el presente trabajo he desarrollado la idea de “Sociedad del Conocimiento”, es
decir, hemos ido en una sola vía o en una sola relación (de la sociedad al
conocimiento), pero como se muestra en el gráfico existe la otra relación: “El
conocimiento de la sociedad”. En donde
cualquier referencia a “sociedades” debe realizarse en plural, reconociendo
nuestra diversidad y heterogeneidad, y esto implica de que las sociedades deben
“apropiarse” de las tecnologías para sus prioridades particulares de desarrollo
y no que debamos a adaptarnos a ellas para ser parte de algo ya definido.
Cualquier
definición que utilice el término de “sociedad” no puede definir a una realidad
centrada en “Internet” o las TIC. Estos
son solo escenarios de interacción social integrados al mundo físico, los
cuales se transforman mutuamente.
Ahora
conectando a lo que buscaba al inicio en este trabajo, y tomando la idea de
Sakaiya, de que el conocimiento es lo que abunda, el debate está abierto si
este es mercancía o no. Pensadores como
Richard Stallman, desde el software, plantea que no lo es, y empresas
trasnacionales como Microsoft dicen que
si lo es, bajo la figura de “propiedad intelectual”.
El
conocimiento y la información no son mercancías, la información se transmite a
través de las redes, el conocimiento a través de la educación, ¿la educación es
mercancía?, la respuesta es un no rotundo, por cuanto esta es una decisión de
vida, no es lo mismo “comprar” una computadora que una profesión, la segunda no
se lo puede comprar, no es un bien privado.
En esta línea se debería trabajar con el software libre.
Por
último, tomando las palabras de Sally Burch, deberíamos apostar por un proyecto
de sociedad donde la información sea un bien público, no una mercancía, la
comunicación un proceso participativo e interactivo, el conocimiento una
construcción social compartida, no una propiedad privada, y las tecnologías un
soporte para todo ello, sin que se conviertan en un fin en sí.
LITERATURA CITADA
·
Burch, S. 2003. “Se cayó el sistema”: Enredos de la
Sociedad de la Información. ALAI, Quito-Ecuador.
·
Sakaiya, T. 1995. Historia del Futuro: La Sociedad
del Conocimiento. Andrés Bello, Santiago de Chile – Chile.
·
Castells, M. 1997. La era de la información.
Economía, sociedad y cultura. Volumen I, La sociedad red. Alianza Editorial,
Madrid-España.
·
Castells, M. 1997. La era de la información. Economía,
sociedad y cultura. Volumen III, Fin del milenio. Alianza Editorial,
Madrid-España.
·
Stallman, R. 2004. Software libre para una sociedad
libre. Traficantes de sueños (no es editorial sino un proyecto de distribución
libre de textos).
·
Inda Cunningham, A.2000. El Mapa. Una guía para el mejoramiento de la
calidad en la pequeña y mediana empresa, basada en el método de W. Edward
Deming. Organización de los Estados Americanos OEA, México DF- México.
·
Durkheim, E. 2001. Las reglas del método
sociológico. Fondo de Cultura Económica, México DF-México.
·
Sabina, Joaquín, Menéndez Javier. Sabina en carne
viva, 4ta edición, Debolsillo, Buenos Aires, 2010.
·
Nietzche, Friedrich. La Genealogía de la Moral,
Edimat libros S.A., Madrid, 2007
·
Marx, Karl. Capital, Trabajo, Plusvalía,
Longseller, Buenos Aires, 2005
·
Hesselbein F, Goldsmith M, Beckhard R. El líder del
future, Deusto, Bogotá, 2006
>
Consultado el 20 enero 2010.