“No hay filosofía valorativamente neutra. Ella se produce siempre en un contexto en el que funciona un determinado sistema de valores”
Con estas palabras inicia Gómez su propuesta, en la que plantea que el sistema económico neoliberal, hoy dominante en nuestro mundo occidental, presupone una concepción de la ciencia, del ser humano, de la sociedad, y de la política funcional a la realización de una sociedad regida por las pautas económicas características de dicho sistema. Esta concepción de la ciencia la de Popper y Hayek, teóricos neoliberales, quienes afirman que la manera correcta de concebir al conocimiento científico es la presupuesta en la concepción neoliberal, por lo tanto oponerse a estas políticas es oponerse a la buena ciencia y por lo tanto una postura irracional.
El propósito del trabajo realizado por Gómez en este libro es “cerrar el camino” a esta respuesta exhibiendo los problemas de la concepción neoliberal de las ciencias en general en su mejor versión, la de Popper.
Empieza preguntándose ¿qué es ciencia?, piensa que es mejor abordarla a través de la respuesta a otras preguntas vinculadas:
¿Cuál es la estructura y contenido de la ciencia?
¿Existe algún método, o métodos, distintivo(s) del conocimiento científico?
¿Qué diferencia a la ciencia de otros discursos y/actividades humanas?
¿Cuál es el objetivo, u objetivos, de la ciencia?
¿Cómo se desarrolla en el tiempo el conocimiento científico?
¿Es la ciencia racional?
En el primer capítulo Gómez intenta desbancar algunos postulados de Popper como por ejemplo:
“La decisión de aceptar un determinado enunciado básico es una decisión grupal. Ello involucra la intromisión de ingredientes sociológicos en la postura de Popper, contra su propia y siempre vociferada vocación anti - sociologista, al mismo tiempo mina su pretensión de elaborar una epistemología sin sujeto cognoscente; sujeto que, en este caso, no es un individuo sino una comunidad de investigadores.
O contra la tesis siguiente de Popper, de que una teoría científica todos los enunciados son conjeturas. Desde Kuhn en adelante una de las coincidencias mayores entre los filósofos no estándar de la ciencia, consiste justamente en aceptar que hay ciertos supuestos en cada teoría (paradigma, programa o tradición de investigación) que los investigadores asumen y que no se someten a testeo empírico, sino que por el contrario, tratan de proteger de toda posible dificultad que surja en dicho testeo.
Popper afirma que no basta un único suceso para considerarlo como refutativo; solo cuando ellos se repiten regularmente pueden alcanzar tal valor refutativo. Meras coincidencias no son suficientes; reproductividad y regularidad son condiciones necesarias al respecto. Y la hipótesis o teoría se considera falseada “solo si descubrimos un efecto reproducible que refute al hipótesis o teoría”. Surge entonces el problema acerca de cuándo ha de considerarse a un suceso como realmente reproducible, para Gómez, en esta parte se introduce la “inducción” en la propuesta de Popper, puesto que el hecho de que un suceso se reproduzca regularmente, no es garantía suficiente para que lo siga haciendo en el futuro, a menos que supongamos la validez de un principio como el de uniformidad de la naturaleza (el futuro es semejante al pasado) o alguna versión más reciente de la inducción. “Resulta pues claro que Popper no puede afirmar la supremacía de la refutación sobre la corroboración”
En esta línea continúa Gómez, llegando a afirmar por último, que la refutabilidad, como criterio de demarcación, lleva a la tesis dogmática de que todas las teorías científicas son, en última instancia, enunciados estrictamente universales imposibles de verificar.
Popper adscribe tres concepciones fundamentales del conocimiento humano, que en el caso particular del conocimiento científico resultan ser tres posiciones diferentes sobre el status cognitivo de las teorías científicas:
Teoría | Descripción |
Esencialismo | 1) Las hipótesis y teorías científicas pretenden alcanzar la verdad del mundo. 2) Ellas usualmente lo logran y nosotros podemos percatarnos de ello. 3) Si esto acontece, hemos alcanzado el conocimiento de la esencia del hecho, es decir las verdades que subyacen a los fenómenos. |
Instrumentalismo | Es la postura epistemológica que abjura totalmente de las tres anteriores. Las leyes y teorías científicas son meros instrumentos de predicción; o sea, ellas no son ni verdaderas ni falsas, sino útiles o inútiles herramientas de predicción. |
Racionalismo crítico | Se caracteriza por la aceptación de la primera regla del esencialismo (Popper se adhiere a ésta, con la modificación de una aproximación a la verdad). El acercamiento a la verdad se da a través de teorías que van proponiendo explicaciones cada vez más satisfactorias. |
Para Popper la ciencia progresa mediante su falsación, es decir, progresa mediante los resultados de falsear a teorías precedentes que fueron propuestas como conjeturas para resolver determinados problemas. Similar al desarrollo Darwiniano. Se olvida Popper, de acuerdo a Gómez, que la ciencia no es meramente parte de la evolución cultural, sino un complejo fenómeno social y cultural.
Gómez demuestra en el capítulo 3, que la concepción Popperiana es una racionalidad instrumental, ya que supone que la verdad es el único fin u objetivo ahistóricamente válido. Es epistemológicamente ingenuo e históricamente falso hacer la verdad el único objetivo de la actividad científica; sólo puede en principio si se elimina toda la dimensión práctica de la actividad científica. Tal postulación olvida el carácter relativo de la distinción medios – fines.
Así uno puede preguntarse qué afirmar cuando las verdades científicas son usadas con propósitos represivos o destructivos. Un fin, desde la perspectiva de Popper, es ahora medio para fines deleznelables. Puede haber medios racionales (por ser instrumentales) para fines irracionales y puede haber fines defendibles como racionales (liberación político – económica) como el uso de la fuerza bruta, el asesinato el rapto, etc. Estos desastres quedan legitimados por una teoría de la racionalidad meramente instrumental.
Apel considera que la racionalidad meramente instrumental imputada a la ciencia como una racionalidad valorativamente neutra, ha tenido como consecuencia que la racionalidad ética haya devenida también obsoleta. La racionalidad instrumental científica, ha llevado en su implementación tecnológica, a una crisis ecológica que requiere de una responsabilidad ética y de la solidaridad humana a escala planetaria.
En el nombre de la neutralidad valorativa, la ciencia y la tecnología sustentada por ella, dicta incluso el sistema de valores, que no es otro que el suyo propio, al dominio de la totalidad de la práctica social, política y económica.
En el último capítulo aquí resumido, Gómez intenta demostrar que Popper no le entendió a Marx, ya que en ningún momento “intentó predecir” por el “método dialéctico” un destino histórico. Que ha de ser alcanzado inexorablemente.
Opinión personal:
El título del libro me dio a entender que la idea que muchos tenemos que la caída del muro de Berlín no se debió al modelo político, sino más bien al desarrollo científico y tecnológico del mundo occidental, es errónea. Pero esta idea, por lo menos en los 4 primeros capítulos, no la destruye, es decir esta hipótesis no ha sido negada, ni afirmada.
Gómez realiza su trabajo a través de una forma minuciosa y esquemática destruir el método de Popper de la ciencia, es decir aquí Popper es el principal actor del libro. Trata de probar que el método propuesto por Popper de la ciencia es el modelo científico asumido por el modelo político del neoliberalismo, y destruyendo a Popper (su modelo) podrá derrumbar el modelo económico. En mi opinión, realiza un esfuerzo minucioso, pero me quedó el sabor que al final no propone de manera explícita un nuevo modelo de la ciencia.
Lo mejor para mí, es su demostración que la concepción Popperiana podría caer en una racionalidad instrumental. La ciencia no se puede desprender hoy en día de sus fines, es decir no debe ser neutra, debe tomar partido, utilizando para ello una “razón emancipadora”.
Por último con respecto a su defensa de Marx del ataque a sus ideas por parte de Popper, pero para ello necesita regresar a las ideas originales de Marx, no a sus interpretaciones.