domingo, 19 de abril de 2009

CRISIS FINANCIERA: CARACTERIZACIÓN, ORIGEN, EFECTOS Y ALTERNATIVAS

Por: SERGIO VÉLEZ VALAREZO
Correo: servlez1@yahoo.com / servelez6@gmail.com
Quito, octubre de 2008


I. CARACTERIZACIÓN Y ORIGEN DE LA CRISIS

Múltiples análisis han coincidido en calificar la actual crisis económica que sacude al mundo como el derrumbe de una de las formas del capitalismo: el neoliberalismo.
Dichos análisis también señalan que el “terremoto financiero”, la recesión de Estados Unidos y potencias de Europa, y la depresión “que asoma en el mediano plazo en el planeta”, tienen su origen en la concentración de capitales y la especulación galopante de las empresas multinacionales, permitidas por la dinámica de la ganancia, el libre mercado y la ausencia de control del Estado.

LAS “HIPOTECAS BASURA” Y LA “BURBUJA INMOBILIARIA”

En esta ocasión la codicia del capital financiero se orientó al sector de los bienes inmuebles, en donde se produjo lo que se ha denominado “hipotecas basura” y “burbuja inmobiliaria”, teniendo como centro los Estados Unidos.

En los años setentas en los EE. UU., los bancos privados daban créditos hipotecarios a sus clientes, destinando para el efecto un porcentaje de sus fondos, terminado el cual dejaban de prestar.

En virtud del incremento de la demanda crediticia y la limitación de fondos de la banca privada, se crea una agencia gubernamental (Ginnie Mae) encargada de comprar la cartera hipotecaria de los bancos, con la finalidad de que estos tuvieran dinero líquido para seguir prestando.
Con esas carteras se armaban paquetes de hipotecas, y se emitían títulos valores con las hipotecas como garantía, para que otros inversionistas lo financien, que no es otra cosa que ceder el crédito para tener dinero y seguir prestando.

En 1998 se produjo una “innovación financiera” en EE. UU., que consistía en que los fondos para generar préstamos hipotecarios para adquirir propiedades inmobiliarias, ya no provenían solo de fuentes locales sino que podían comerciarse mediante la bolsa, permitiendo que los inversionistas extranjeros puedan invertir en esta área financiera.
En otras palabras, inversionistas extranjeros colocaban dinero para que se pueda financiar la compra de bienes inmuebles por parte de familias o individuos de EE. UU, demandando buenos retornos.

Allí es donde aparecen las hipotecas subprime (“hipotecas basura”), que buscan otorgar créditos a individuos cuyo nivel de ingresos, hasta ese momento, estaba catalogado como “riesgoso” para concederle un préstamo tradicional. Al “recalificarlos” como sujetos de crédito y asumir mayor riesgo, se les impuso una tasa mayor a la establecida para los individuos que si calificaban. De esta forma lograban darle rentabilidad y atraer fondos líquidos de inversionistas de todo el mundo.

La lógica de los inversionistas que apostaron a este tipo de inversión fue la siguiente “los precios de las propiedades inmobiliarias están destinados a subir (nunca han caído antes), si las personas que reciben el crédito no pueden pagarlo, entonces que se vendan las casas y se recupera lo invertido.” Todo se basó en un erróneo cálculo sobre los futuros precios del mercado inmobiliario de EE. UU.

En el 2002 el volumen de créditos subprime (hipotecas basura) representaba el 7% del mercado hipotecario, en el 2007 era del 12,5%. Cualquier observación rápida concluiría que es bajo el nivel que representan estos créditos, pero las apuestas a este tipo de inversión no fueron con dinero propio de un banco de inversión (hedge fund), sino de los inversionistas internacionales con quienes se endeudaron.

Por ejemplo, la audacia llegó al punto de que un banco prestatario local realizó préstamos hipotecarios “subprime” por 100 millones de dólares, de los cuales sólo 1 millón correspondía a recursos propios y los 99 restantes eran de los inversionistas externos.

La operación se basó en la confianza del mercado inmobiliario de EE. UU., considerando que el precio de los inmuebles se había mantenido al alza y ofrecía ganancias extraordinarias, pero la ambición no previó la posibilidad de precios decrecientes, en donde, por ejemplo, la caída de tan sólo el 1% de esos 100 millones, significaba que el banco prestatario local perdía todo su dinero, como en efecto ocurrió.

La gravedad radica en que gran parte del sistema financiero capitalista global incursionó en estas inversiones y la caída de los precios de inmuebles en los EE. UU., generó, además de perdidas abismales y quiebra de instituciones importantes, una crisis de confianza.

Los mercados que alimentan la avaricia son también esencialmente psicológicos; en contextos buenos esta se tiñe de optimismo, se vuelve eufórica y hace crecer los precios de manera geométrica, pero cuando las expectativas son negativas, se contagia de pánico.

Las instituciones involucradas en las inversiones de hipotecas subprime se encuentran en el problema de que los inversionistas quieren recuperar su dinero y los prestamistas no pueden devolverlo.

Hay que tomar en cuenta que desde hace tiempo fue denunciada la especulación inmobiliaria, que es el origen de esta crisis. Con tal de obtener ganancias, los bancos prestaron sin tener en cuenta la capacidad de pago; cuando explotó la ‘burbuja’ inmobiliaria, el valor de las ‘subprime’ (hipotecas basura) se desplomó.

LA ESPECULACIÓN FINANCIERA

El fenómeno inmobiliario se encuentra inmerso en uno de los vicios del sistema capitalista actual, cual es, la especulación financiera, que no constituye otra cosa que falsear el valor real de los bienes, basándose en el mecanismo de los “derivatives” (especulación), y en el “libre mercado”.
A grandes rasgos, los “derivaties”, que corresponderían a una ganancia extraordinaria de la inversión, que incluiría también el costo del riesgo, fueron aprovechados para negociar las acciones sustentadas en un falso precio.

La capitalización en acciones (stocks = economía real), en todo el mundo en 1990 fue de 37 trillones, y en el 2006 creció a 51 trillones.

De acuerdo a Morgan Stanley, el valor nominal de los derivados financieros en 1990 era de 5.7 trillones de dólares, mientras que a finales del 2006 era de 415 trillones de dólares.

Es decir, mientras que en 1990 el valor de la ganancia de las acciones fue del orden del 15,4% respecto al total del stock, en el 2006 dicho monto representó el 813,7%, como se ilustra en el siguiente gráfico.

Cuando los mercados son concebidos en términos de obtención de beneficios, no promueven -como dice la teoría clásica liberal- la eficiencia en los servicios, sino la concentración de la riqueza y la especulación. De esta forma, el valor económico real de los activos del planeta es ahora tres veces inferior a los instrumentos financieros (bonos, títulos, acciones, derivados, etcétera) emitidos tomando como referencia esos activos.

II. EFECTOS DE LA CRISIS FINANCIERA

DIMENSIÓN POLÍTICA
La crisis financiera que sacude a los mercados de Estados Unidos y Europa desde el año pasado, está permitiendo reconocer la necesidad de la intervención del Estado para mantener una economía sana.

Es decir, cuestiona la teoría de Milton Friedman y los Chicago Boys que aseguran que el mercado es capaz de corregirse a si mismo.

En 1981 Reagan expresó: “El Estado no es la solución, es el problema”. Bush ha tenido que renegar de ese principio, y pugnar por el salvataje estatal al avariento sector financiero, en desmedro de la mayoría de la población, como cuando hace unos meses atrás se negó a firmar una ley que por cinco mil millones de dólares les garantizaría seguro médico a nueve millones de niños pobres.

Es decir, el rescate (salvataje) financiero de Washington, que hasta el momento llega a un billón 600.000 millones de dólares, (que para tener idea de la dimensión representan más de 100 presupuestos anuales del Ecuador, sin sumar el salvataje europeo), es una afrenta para la humanidad, un desenmascaramiento de los codiciosos y una tremenda derrota de la doctrina basada en que el mercado resolvía todo; que consiguió debilitar al Estado casi en todo el mundo, y en varios casos degradarlo e inutilizarlo como mecanismo de control y organizador de los servicios públicos, como ocurrió en el Ecuador, para dar paso a la estafa y corrupción en contubernio con gobiernos inmorales que se apoderaron del poder y que, hoy, gracias a un gobierno honesto y patriota, han sido descubiertos y recibirán el castigo que merecen.

REPERCUSIÓN ECONÓMICA

► Depreciación del dólar y del euro.
► Disminución de la demanda de los países desarrollados y reducción de las exportaciones de los países proveedores.
► Reducción de precios de los productos exportables: petróleo y otros.
► Alza de los tipos de interés interbancarios ante la escasez de liquidez y pese a las inyecciones de los bancos centrales.
► Contracción del crédito y préstamos más caros para empresas y particulares.
► Reducción del monto de las remesas de los migrantes.

IMPACTO SOCIAL

El incremento general del desempleo se presenta como el principal e inmediato impacto social, adjunto al cual aparecerán otra serie de secuelas familiares y sociales: delincuencia, inseguridad, degradación, etc.

Además, los efectos económicos y políticos traen consecuencias humanas e individuales dramáticas, que en esta oportunidad se han manifestado a través de la ola de suicidios, causados por la pérdida de los ahorros y el embargo de las viviendas. El Diario El Comercio dio a conocer en su página WEB, el 14 de octubre pasado, las siguientes noticias:

“En California, un administrador de inversiones desempleado pierde una fortuna y en un acto de desesperación mata a su familia y se suicida. En Ohio, una viuda de 90 años de edad se pega un balazo en el pecho al ver que llegan alguaciles con una orden de desalojo de su modesta vivienda.

La crisis financiera que está barriendo a Estados Unidos ha comenzado a hacerse cada vez más violenta. En algunos lugares, las líneas directas de ayuda a personas con problemas están congestionadas, los servicios de asesoramiento psicológico se hallan en gran demanda, y los refugios para mujeres víctimas de violencia están repletos.

"Gran cantidad de personas nos han dicho que han perdido todo. Han perdido sus viviendas y sus empleos", dijo Virginia Cervasio, directora de un centro de atención a potenciales suicidas en el condado de Lee, en el suroeste de la Florida.

Pero las tragedias continúan apilándose:

La semana pasada, en Los Ángeles, un ex gerente de inversiones asesinó a su esposa, a sus tres hijos y a su suegra, antes de suicidarse.

Karthik Rajaram, de 45 años, dejó una nota diciendo que tenía problemas financieros y que al principio había pensado en suicidarse. Pero luego optó por asesinar a toda su familia pues era "más honorable", informó la policía.

"Era una perfecta familia norteamericana que fue destruida aparentemente por un hombre que se hundió en la desesperación absoluta", dijo Michel Moore, subjefe de policía de Los Ángeles.

En Tenesí, Pamela Ross, de 57 años de edad, se suicidó la semana pasada cuando alguaciles se dirigieron a su hogar con una orden de desalojo. El caso fue más trágico porque Pamela y su esposo habían recibido de un tribunal 10 días adicionales para apelar la ejecución de la hipoteca.

En Ocala, Florida, Roland Gore mató en marzo a su esposa y a su perro, le prendió fuego a su vivienda, que estaba en ejecución inmobiliaria, y luego se suicidó. El caso de Gore es uno de varios en que personas asesinan a sus mascotas o a sus cónyuges, destruyen sus propiedades o tirotean a la policía, antes de suicidarse.

El doctor Edward Charlesworth, un psicólogo clínico en Houston, dijo que la actual crisis está causando angustia crónica en el norteamericano medio. Las personas se sienten impotentes y en estado de pánico, y muestran su ira porque el gobierno las ha abandonado.”

"Esas personas sienten que en esta gran sociedad en que vivimos, hay que proteger a los individuos, no sólo a las corporaciones", dijo Charlesworth.”


III. ALTERNATIVAS
REFUNDACIÓN CAPITALISTA

El sistema capitalista se encuentra en crisis, y la magnitud de la misma tiene que ver con su supervivencia.

Para lograrlo, algunos aspiran que el salvataje, con dineros públicos, de las irresponsables financieras quebradas permita superar la crisis, aún reconociendo como lo hace Alan Greenspan, quien fue titular por 19 años de la Reserva Federal de EE.UU., quien declaró estar sorprendido por el "tsunami crediticio" que afecta a EE. UU., y que no supo prever.

Aspiran que el “reencauche” del sistema capitalista se logre nuevamente a costo del empobrecimiento de gran parte de las clases medias y pobres de todo el orbe.

Por su parte el Presidente francés Nicolás Sarkosy “pidió hoy a la Unión Europea que deje de ser "ingenua" sobre la aplicación de la libre competencia con los otros bloques económicos y que muestre más "voluntarismo" político para que sus propuestas sirvan de base al "nuevo orden mundial" que salga de la crisis.

"Europa tiene que prepararse. No tiene que ser la variable de ajuste del nuevo orden mundial. No tiene que ser ingenua, dejar sus empresas al acecho de todos los depredadores, ser la única en el mundo que no defiende sus intereses, que no protege a sus ciudadanos", señaló Sarkozy en un discurso sobre medidas de apoyo a la economía frente a la crisis.

Insistió en que "Europa tiene que sacar las lecciones de lo que ha pasado" y mostrar "un mayor voluntarismo que en el pasado", empezando por "una política comercial para responder al 'dumping' (competencia desleal) de todo tipo, políticas industriales y económicas porque "no puede ser la única que haga de la competencia un fin en sí cuando para los demás no es más que un medio".

A ese respecto, subrayó que la UE no puede ser la única que imponga constricciones ecológicas a sus empresas "sin tomar medidas de compensación para que no sean penalizadas por una competencia desleal", ni la única que abra sus mercados sin condiciones de reciprocidad, ni tener una moneda única sin políticas económicas coordinadas.

En un halago a la acción de la Unión en las últimas semanas, destacó que Europa "ha sabido unirse frente a la crisis hasta el punto de que se ha convertido en la principal fuerza de iniciativa y que ahora el debate se organiza en torno a sus ideas, de sus propuestas".

"La respuesta más fuerte a la crisis financiera es la que ha dado Europa. La cumbre mundial para refundar el capitalismo es Europa quien la ha propuesto. El nuevo orden mundial se construirá en torno a las propuestas de Europa", argumentó.

El presidente francés, que subrayó el carácter "excepcional" de la crisis, admitió que ésta "no ha acabado", "no es coyuntural", "tendrá consecuencias" y "no se puede resolver sin una intervención masiva de los Estados".

"Esta crisis pide urgentemente un nuevo orden económico, financiero, monetario, manifiesta una profunda necesidad de política", indicó Sarkozy, que recordó que habrá una cumbre mundial sobre la refundación del capitalismo el próximo 15 de noviembre en Estados Unidos, como lo ha propuesto.

Afirmó que esa cumbre será "una especie de nuevo Bretton Woods" (en alusión a la conferencia que a mediados de los 40 configuró el sistema financiero internacional), que "no está adaptado a nuestra época".

Sobre quiénes participarán en ese encuentro, se limitó a hacer una referencia genérica: "todos los responsables políticos de los grandes países industrializados y de los grandes países emergentes".

REEEMPRENDIMIENTO SOCIALISTA

Desde otra óptica, Samir Amín expresa que “frente a una situación en la cual, “el mundo vive el mayor de los desafíos, el reto es resolver la crisis actual cambiando el sistema de forma comprometida e imaginativa como se experimenta en América Latina en diversos ensayos de poder social y popular.”

Concordamos en que “en lo inmediato no se puede acabar con la arquitectura financiera mundial, “pero sí comenzar a vincularnos desde abajo, desde los pueblos del norte y el sur, para sincronizar las luchas que hoy se abren en el horizonte. Coincidimos con él en que “las fuerzas que estén divididas en esta etapa crítica del sistema están condenadas a ser aplastadas”.

Como manifestó Amín, al momento histórico presente debemos “situarlo como una crisis estructural, un sistema de capitalismo senil que no puede sobrevivir a menos que sea cada vez más destructivo de las sociedades, los pueblos y las naciones del planeta.”

Concordamos también con lo manifestado por Carmen Bohórquez, organizadora del Encuentro Mundial de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad, efectuado recientemente, que “países como Ecuador y Bolivia están marcando radicalmente la geometría del poder en el continente. “Podemos decir, sin temor a exagerar, que desde hace cierto tiempo el eje de la historia mundial se ha desplazado a América Latina”, en tanto que es la región donde se están dando cambios profundos así como propuestas originales de transformación social.

SOCIALISMO SIGLO XXI

En síntesis, la crisis actual del capitalismo debemos convertirla en una oportunidad para erradicar el sistema capitalista e implantar el socialismo, un socialismo para la sociedad del siglo XXI, que recoja lo mejor de la historia humana que ha pugnado por la felicidad y engrandecimiento de toda la especie.

Un gran filósofo social norteamericano del siglo XX, John Dewey, concluyó acertadamente diciendo: "La política es la sombra que la gran empresa proyecta sobre la sociedad", y así seguirá siendo, mientras el poder resida "en los negocios para beneficio privado a través de un control sobre la banca, sobre el suelo y sobre la industria, un poder que se ve ahora reforzado por el control sobre la prensa, sobre los periodistas y sobre otros medios de publicidad y propaganda".

Como lo sostiene el tratadista español Juan Carlos Monedero, “Hay una incompatibilidad esencial entre capitalismo y socialismo. No es posible pensar en un socialismo que no vaya a las raíces de las cuatro bases sobre las cuales se asienta el capitalismo: que todo se puede convertir en mercancía, incluido el amor; que lo que se produce en sociedad se hace de acuerdo a la oferta y la demanda; que los medios de producción son privados y que se produce para el mercado, es decir, no intercambiamos nuestros excedentes sino que intercambiamos dinero. Esos cuatro pilares capitalistas son incompatibles con el socialismo.”

Monedero también propone algunos valiosos criterios para la construcción del Socialismo del Siglo XXI, en su obra “El gobierno de las palabras: De la crisis de legitimidad a la trampa de la gobernanza”, que consideramos oportuno citar:

1. “El socialismo del siglo XXI debe, como pautas previas a toda discusión, encontrar una nueva definición de la naturaleza humana que no se base en falsos supuestos de bondad o maldad, e, igualmente, debe señalar e interpretar el momento histórico y geográfico desde y para el que habla.

2. El socialismo del siglo XXI no se define desde las vanguardias ni desde los parlamentos, sino que se construye con un diálogo social abierto y real alentado y posibilitado por los poderes públicos.

3. El socialismo del siglo XXI ha aprendido de los errores del siglo pasado y ya no intercambia justicia por libertad

4. El socialismo del siglo XXI es alegre, pues ha aprendido que un socialismo triste es un triste socialismo

5. El socialismo del siglo XXI apuesta por la educación como objetivo esencial a la búsqueda de una nueva subjetividad.

6. El socialismo del siglo XXI es tan profundamente respetuoso con la naturaleza que se torna en ecosocialismo o no podrá ser.

7. El socialismo del siglo XXI es profundamente femenino, consciente del mal uso o del uso insuficiente del caudal de las mujeres cometido durante toda la historia.

8. El socialismo del siglo XXI no tiene una alternativa total práctica al capitalismo de los siglos anteriores, si bien ha desarrollado un conocimiento claro sobre qué es lo que no le gusta.

9. El socialismo del siglo XXI es “violentamente pacífico”

10. El socialismo del siglo XXI debe reconstruir y reinventar las fronteras territoriales, políticas y culturales, propugnando a su vez un nuevo orden internacional.

11. El socialismo del siglo XXI tiene que poner en marcha la reconceptualización de la creación de la riqueza y la pobreza, creando para ello un Tribunal Internacional que siente las bases teóricas, políticas y morales para enfrentar el problema.

12. El socialismo del siglo XXI tiene que reconstruir la idea de los derechos humanos sobre la base del respeto a todas las culturas

13. El socialismo del siglo XXI necesita articular sus propios medios de comunicación, orientados por los valores que deben sostenerlo

14. El socialismo del siglo XXI sabe que a mayor participación popular, menor poder particular.

15. El socialismo del siglo XXI debe conjugar reforma, revolución y rebeldía para construir un mundo más justo.”

Estos postulados, con los cuales concordamos y los consideramos plenamente válidos, no son los únicos. Desde diferentes ópticas, espacios, sectores, lugares, se van proponiendo e incorporando nuevos lineamientos y tareas para el Socialismo del Siglo XXI, que como un gran mar recibirá el caudal de múltiples ríos, afluentes y vertientes de agua pura y no contaminada.

Debemos estar también de acuerdo con Ramón García, cuando plantea que debemos adoptar un idioma internacional neutral, reconociendo que la mejor posibilidad para ello la tiene el Esperanto, para poder superar el problema de que “Todo idioma nacional se impone como internacional porque el país que lo habla se impone primero económica y luego políticamente. Cuando España dominaba, toda persona culta tenía que hablar español; ahora, quien sólo habla español no es persona culta. La decadencia del RU y EUA será también la decadencia del idioma inglés.” Ya no podemos permitir que otro idioma nacional se imponga como internacional.

2 comentarios:

Maestría en Filosofía – PUCE dijo...

¿Bueno y que es lo que tu piensas?

Segundo siguencia dijo...

La concentración del poder económico cada vez en pocas manos, es la enfermadad del capitalismo extremo. Si no logramos o alcanzamos a ver al ser humano como tal, sin la influencia de género, raza, religión o corriente política; no podremos desarrollar nuevas corrientes de pensamiento basadas en la libertad y equidad. Más que en la aplicación de un modelo político (capitalista o socialista)hay que trabajar para que el cuidadano común desarrolle la capacidad de trabajo en grupo, de tal manera que el capital esté más distrubuido en cantidades menores pero en muchas partes, de esta forma si un grupo falla, los efectos serán menores.