martes, 1 de julio de 2008

Pasado, presente y futuro en pensadores Latinoamericanos

Tomado de: El Instituto Latinoamericano de Aseguramiento de la Calidad A.C. (INLAC)


PASADO, PRESENTE Y FUTURO COMO CONCEPTOS EN LA FILOSOFÍA LATINOAMERICANA
Por: Alfredo Calderón Serrano

1. Introducción

En el momento que pensaba sobre que escribir para finalizar el módulo de Filosofía Latinoamericana me llegó un correo electrónico de publicidad de un curso, en donde presentan el gráfico del inicio.

Al ver este gráfico me di cuenta que ésta idea de pasado, presente y futuro está muy “presente” en la filosofía latinoamericana, y, que prácticamente hemos estado hablando a lo largo del semestre, empezando por Kant, y Marx (como filósofos europeos que han influído en nuestro pensamiento, no ubiqué a Hegel, que a pesar de haber sido analizado en el terminado módulo es constantemente referido en los pensadores latinoamericanos), y terminando en Zea, Echeverría y Roig.

Por ello en el presente trabajo voy a definirlos de acuerdo a diccionarios de la lengua castellana, luego voy a ubicar lo dicho al respecto por los autores con opiniones personales y al finalizar éste realizaré un análisis detallado del gráfico presentado.

Empecemos por la definición de estos conceptos:

2. Definiciones

Tiempo: Medida de la duración de las cosas. Duración de las cosas sujetas a mudanzas. Parte de esta duración. Época durante la cual vive alguna persona o sucede alguna cosa. Edad de una persona o período de una vida humana. Edad de las cosas. Es la imagen móvil de la Eternidad (Platón).

Pasado: Dícese del tiempo y de las cosas que pasaron. Tiempo que pasó. Cosas que sucedieron en él.

Presente: Que está delante o en presencia de uno, o concurre con él en el mismo sitio. Dícese del tiempo en que actualmente está uno cuando refiere una cosa. Uno de los tres tiempos del verbo, con que se significa que actualmente existe o se está haciendo una cosa. Instante. Momento.

Futuro: Que está por venir o suceder. Porvenir. Dícese del tiempo verbal referido a una acción que aún no ha sucedido. Se dice de los tres tiempos del verbo con que se significa lo venidero.

3. Desde Emanuel Kant

Kant, en la “Crítica de la Razón Pura”, específicamente en la sección segunda, habla sobre el tiempo:


EXPOSICIÓN METAFÍSICA DEL CONCEPTO DEL TIEMPO
1) El tiempo no es un concepto empírico derivado de experiencia alguna, porque la simultaneidad o la sucesión no serían percibidas si la representación a priori del tiempo no les sirviera de fundamento. Sólo bajo esta suposición podemos representarnos que una cosa sea al mismo tiempo que otra (simultánea), o en tiempo diferente (sucesiva).

2) El tiempo es una representación necesaria que sirve de base a todas las intuiciones. No se puede suprimir el tiempo en los fenómenos en general, aunque se pueden separar muy bien éstos de aquél. El tiempo, pues, está dado a priori. Solo en él es posible toda la realidad de los fenómenos. Estos pueden todos a desaparecer; pero al mismo tiempo (como condición general de su posibilidad) no puede ser suprimido.

3) En esa necesidad a priori se funda también la posibilidad de los principios apodícticos, de las relaciones o axiomas del tiempo en general, tales como el tiempo no tiene más que una dimensión; los diferentes tiempos no son simultáneos , sino sucesivos (de igual modo que espacios diferentes no son sucesivos, sino simultáneos). Estos principios no son deducidos de la experiencia, porque ésta no puede dar una estricta universalidad ni una certeza apodíctica. Nosotros solo podríamos decir: así lo enseña la observación general; pero no: esto debe suceder así. Estos principios valen pues como reglas, que hacen en general posible la experiencia, sin ser ésta la que nos muestra la existencia de las reglas, sino que más bien son ellas las que nos proporcionan el conocimiento de la experiencia.

4) El tiempo no es ningún concepto discursivo o, como se dice, general, sino una forma pura de la intuición sensible. Tiempos diferentes no son más que partes del mismo tiempo. Mas la representación que sólo puede darse por un objeto único, es una intuición. Así la proposición: tiempos diferentes no pueden ser simultáneos, no se deriva de un concepto en general. Esta es una proposición sintética que no puede proceder solamente de conceptos. Se halla, pues, contenida inmediatamente en la intuición y representación del tiempo.

5) La naturaleza infinita del tiempo significa que toda cantidad determinada de tiempo es solamente posible por las limitaciones de un único tiempo que les sirve de fundamento. Por lo tanto, la representación primitiva debe ser dada como limitada. Pero cuando las partes mismas y magnitudes todas de un objeto sólo pueden ser representadas y determinadas por medio de una limitación de ese objeto, no puede entonces la representación toda ser dada por conceptos (porque éstos sólo contienen representaciones parciales), sino que deben tener como fundamento una intuición inmediata.

EXPOSICIÓN TRASCEDENTAL DEL CONCEPTO DEL TIEMPO
1) “Aquí solamente añado que los conceptos de mudanza y de movimiento (como cambio de lugar), solo son posibles por y en la representación del tiempo y que si ésta representación no fuera una intuición (interna) a priori, no podría ningún concepto, sea el que quiera, hacer comprensible la posibilidad de una mudanza, es decir, la posibilidad de unión de predicados opuestos contradictoriamente en un solo y mismo objeto (por ejemplo, que una cosa esté o no esté en un lugar). Solamente en el tiempo pueden encontrarse estas dos determinaciones contradictoriamente opuestas en una misma cosa, es decir, solo en la sucesión.”

CONSECUENCIAS DE ESTOS CONCEPTOS
a) El tiempo no subsiste por sí mismo, ni pertenece a las cosas como determinación objetiva que permanezca en la cosa misma, una vez abstraídas todas las condiciones subjetivas de su intuición. .. Por lo que “el tiempo no es más que la condición subjetiva bajo la cual son posibles en nosotros las intuiciones; porque entonces esta forma de la intuición interna puede ser representada antes que los objetos, y, por consiguiente, a priori”.

b) El tiempo es la forma del sentido interno, es decir, de la intuición de nosotros mismos y de nuestro estado interior… Y como esta intuición interior no tiene figura alguna, procuramos suplir esta falta por analogía y nos representamos la sucesión del tiempo con una línea prolongable hasta el infinito, cuyas diversas partes constituyen una serie que es de una sola dimensión, y derivamos de las propiedades de esta línea todas las del tiempo, exceptuando sólo una, a saber: que las partes de las líneas son simultáneas, mientras que las del tiempo son siempre sucesivas. De donde se deduce también que la representación del tiempo es una intuición, porque todas sus relaciones pueden ser expresadas por una intuición exterior.

c) El tiempo es la condición formal a priori de todos los fenómenos en general. Es la condición inmediata de nuestros fenómenos interiores (de nuestra alma) y la condición mediata de los fenómenos externos. El tiempo es un pensamiento vacío (nada) si hacemos una abstracción de nuestra manera de intuición interna, el tiempo tiene un valor solamente en relación a los fenómenos, porque estas son cosas que consideramos como objetos de nuestros sentidos.

Para terminar con ésta parte, Kant resume de una forma clara que es el tiempo, haciéndose la siguiente pregunta: ¿Podemos decir que todas las cosas existen en el tiempo?, Kant se contesta que no, porque en el concepto de cosas en general, se hace abstracción de toda manera de intuición de esas cosas y siendo ésta propiamente la condición por la cual el tiempo pertenece a la representación de los objetos. Una aseveración exacta podría ser: “Todas las cosas, como fenómenos (objetos de la intuición sensible), existen en el tiempo”.

Quería acentuar esta definición de Kant sobre el tiempo para darnos cuenta que forma parte de nuestra percepción, es decir está en el interior de nosotros.


4. Desde Carl Marx

Para Carlos Marx en su “Manifiesto del Partido Comunista”, ve la historia como una lucha de clases incesante, veamos por ejemplo algunos textos:

“Las armas de que se sirvió la burguesía para derribar el feudalismo se vuelven ahora contra la propia burguesía. Pero la burguesía no ha forjado solamente las armas que deben darle muerte; ha producido también los hombres que empuñarán esas armas: los obreros modernos, los proletarios.”

“En general, las colisiones en la vieja sociedad de diversas maneras el proceso de desarrollo del proletariado. La burguesía vive en lucha permanente: al principio, contra la aristocracia; después, contra aquellas facciones de la misma burguesía cuyos intereses entran en contradicción con los progresos de la industria, y siempre, en fin, contra la burguesía de todos los demás países.”

Es decir para Marx, más allá de estos textos panfletarios, el pasado y el presente es una continua lucha de clases, que algún día (el futuro) será igualitaria. La vida para él está totalmente determinada y no da lugar para el azar, y son las necesidades materiales y las injusticias las que nos hacen actuar.

No voy a negar que estas ideas para mí son reduccionistas, ya que hacen ver que la existencia del hombre solo apuntan a satisfacer las necesidades materiales, pero no hay que negar que actualmente en nuestro modelo de vida es necesario aprender a superar estas necesidades, es decir, son importantes, más no es el todo.

5. Desde Leopoldo Zea

En Leopoldo Zea, en su libro, América en la Historia, se encuentra muy presente sobre todo la idea de “pasado” (desde el título de su libro); analizando la historia de nuestros conquistadores, y de ésta forma, respondiéndonos preguntas del porqué no nos hemos desarrollado de igual forma que los americanos del norte, es así como plantea las siguientes diferencias:

Sajón: Tratará de borrar una historia que no ha hecho. La historia, si es que existe, comienza con él. No acepta culpas ajenas, porque no ha hecho nada aún. Es a histórico e inocente.

El ibero americano: Carga con las culpas de la historia y considera una culpa no cargar con ellas. Su misión es recrear y ampliar el mundo de que es originario. La historia sigue su marcha en América ligado a un presente y pasado europeo.

Sajón: El pasado se encuentra a su servicio.

El ibero americano: Intenta amputar su pasado para hacerse digno del futuro que anhela.

Sajón: Niega su pasado en forma de asimilación. El pasado es algo útil.

El ibero americano: Niega su pasado en forma de amputación. El pasado es un obstáculo.

Sajón: Hace el pasado y el presente la base de todas sus posibilidades.

El ibero americano: Convierte el pasado y el presente en un obstáculo que impide su realización.

Sajón: El presente es la realización cotidiana del futuro, natural, lógica.

El ibero americano: Convierte su presente la imposibilidad de su futuro, es una simple utopía. No cree merecer, es un Adán culpable.

Sajón: Rechaza al ibero americano por cuanto es retrasada (España, Portugal "ya había sido" Ortega y Gasset)

El ibero americano: Siente que la culpa de este rechazo es su herencia.

Pienso que excluyendo esta crítica muy dura que Zea realiza a nosotros los latinoamericanos la cual no la voy a analizar, el error de Zea fue pensar que la cultura es a histórica, como esencia, como algo inmutable, es decir, para ejemplificar, pensar, que los sajones serán sajones hasta el fin de la historia, es algo absurdo.

Por otro lado Zea plantea un “futuro” que debemos buscar, veamos su texto:

“El camino es el abandono de la intolerancia respecto a los derechos de otros pueblos, basado en el entendimiento y comprensión para las necesidades de otros pueblos, “por el interés de la cultura occidental” de no desaparecer. El mundo ya no puede seguir dividido en grandes bloques de intereses, sino en un solo bloque en que los intereses queden equilibrados de manera que hagan la felicidad del hombre, de todos los hombres, y no de un grupo en prejuicio de otros. Debe existir una cultura en la que no está reñida la libertad del los individuos y la soberanía de los pueblos con la justicia social y la convivencia internacional. Esto es, una cultura en la que el humanismo de sus mejores creadores prevalezca sobre el egoísmo individualista que lo invalida.”

6. Desde Bolívar Echeverría.

Bolívar Echeverría en su libro Las Ilusiones de la Modernidad analiza exactamente de una manera muy clara la idea de identidad y dice que, si es que existe, lo hace bajo el modo de evanescencia, de un condensarse o esfumarse, de aquello que al perderse se gana o al ganarse se pierde. Por lo que la historia de las muchas “humanidades” ha sido la historia de un “mestizaje cultural permanente” Esta identidad ha sido verdadera cuando se la ha puesto en peligro entregándose en un diálogo con otras identidades (muchas veces entre vencedores y vencidos). No se debe hablar de identidad sino más bien de un “estado de código”. En definitiva no existe identidad, elimina de una forma clara el “mito del culturalismo”.

Para apoyar esta afirmación de Bolívar Echeverría me remito a Pío Jaramillo, ecuatoriano, ya fallecido, en su libro “El Indio Ecuatoriano”, quien comenta que en el Congreso Indigenista del Cuzco realizado el 24 de junio de 1949 se llegó a definir desde el punto de vista antropológico “el indio”, veamos que dice:

“El indio es el descendiente de los pueblos y naciones precolombinas que tienen la misma conciencia social de su condición humana, a si mismo considerada por propios y extraños en su sistema de trabajo, en su lengua y en su tradición, aunque estas hayan sufrido modificaciones por contactos extraños.”

En este mismo Congreso se “tuvo” que definir no solo “el indio”, sino “lo indio”, dice así:

“Lo indio es la expresión de una conciencia social vinculada con los sistemas de trabajo y la economía, con el idioma propio y con la tradición nacional respectiva de los pueblos o naciones aborígenes”.

Estas definiciones tienen el antecedente del Reglamento sobre Servicio Indígena en Norteamérica y Canadá” que dice:

“Como indio debe considerarse, toda persona que desciende de indios, siempre que sea miembro de alguna tribu india reconocida actualmente bajo la jurisdicción federal”.

Y el Reglamento de Canadá:

"“Indio”, significa una persona de sexo masculino de sangre india y de la cual se sabe que pertenece a alguna tribu; un hijo de tal persona; una mujer que está o estaba casada legalmente con tal persona. Y se entiende por “tribu”, legalmente una banda o cuerpo de indios que poseen en común, o están interesados en una reservación o tierra de indios, cuyo título está reconocido por la Corona, o quienes participan a título igual en la distribución de las entradas o dividendos de los cuales el Gobierno del Canadá tiene responsabilidad.”

Las definiciones de los reglamentos transcritos, comenta Pío, pueden expresarse con sencillez, por el porcentaje mínimo de la población indígena en Norteamérica y Canadá. Lo que ha complicado la cuestión es el mestizaje indefinible, termina Pío.

En la definición de estos conceptos, se ve la dificultad de conceptualizar en Latinoamérica a “El Indio” esto es debido al alto grado de mestizaje que ha existido y sigue existiendo, ya no hay que serlo literalmente, sino sentirse. Mientras que en Norteamérica y Canadá por la cantidad mínima la conceptualización se vuelve sencilla. Con ello ratifica la evanescencia de la identidad a veces acelerada o a veces lenta.

Como otro punto importante en el libro de Echeverría, con respecto al “pasado” es la caída del Muro de Berlín que marca la caída del “socialismo real”.

7. Desde Arturo Andrés Roig.

Para Roig, la filosofía solo es posible desde un auto reconocimiento de un sujeto “histórico” como valioso para sí mismo. En donde el sujeto no es un ser singular sino un plural, no un yo sino un nosotros donde se juega dentro el marco de las contradicciones. Por ello Roig, analiza la historia del “Nosotros” y de lo “Nuestro” viendo diferentes pensadores latinoamericanos independientemente de su posición política.

Como se puede observar, en Roig, es importante como nos llega al “presente” de nuestro “pasado” en forma de “legado”, y que éste tiene mas importancia en la recepción creadora. Extraigo algunos textos:

“Mas sucede que las formas opresivas del ejercicio de autoafirmación de determinados grupos sociales, conducen a considerar lo que ellos denominan “legado”, no solo como un conjunto prioritario y reducido de manifestaciones culturales, sino también como principios formalizantes “separados” de lo histórico. Como consecuencia frente al “legado”, el sujeto portador – receptor del mismo, resulta ser considerado como ente pasivo que deja de ser propiamente el sujeto de su propia cultura, para constituirse en un mero soporte de ella. Esta actitud implica, como es fácil comprenderlo, una especie de renuncia de la propia historicidad en cuánto que ésta es fundamentalmente una capacidad de hacerse y de gestarse. Se ha perdido, de este modo, el sentido mismo de la transmisión cuyo acto se logra únicamente en el momento y modo de la recepción.”

“Contradictoriamente, a esta actitud se le ha de llamar “tradicionalismo”, a pesar de la deshistorización que lleva a cabo tanto del “legado” como de la participación del sujeto receptor en la apropiación que da sentido a la trasmisión. El tradicionalismo en cuanto a ideología se organiza sobre la base de una inversión de las relaciones reales, en este caso, entre lo heredado y el heredero. Los alcances de la inversión de dichas relaciones pueden verse muy claramente si pensamos en el valor que se concede, por ejemplo, a la propiedad privada o al origen del poder político, dentro de lo que a finales del siglo XVIII comenzó a ser denominado “antiguo régimen”, mentalidad que con matices diversos y no siempre de modo tan manifiesto pervive en nuestros días”.

“En el caso de Rubén Darío muestra patentemente la importancia que tiene, no el “legado”, sino su recepción creadora. Con él la lengua castellana gozó de un momento de brillo y esplendor, provocando lo que bien podría llamarse una inversión del sentido de las influencias”.

“… sin darse cuenta de lo que daba valor en ese momento a sus plumas no era la lengua, ni la mítica “raza hispana”, sino el hecho de asumir los bienes culturales hispánicos en relación con una determinada situación de autoafirmación de un sujeto histórico concreto.”

Con lo expuesto quiero decir que lo que distingue a un pueblo es su actitud creadora, pero para que la alcance es necesaria una autoafirmación como sujeto histórico, asumiendo sus bienes culturales.

8. Análisis del Cuadro Introductorio

En esta parte voy a ubicar el contenido original del gráfico inicial:
“Las organizaciones buscan obtener resultados satisfactorios que permitan un desarrollo sustentable basado en una gestión eficiente.”
“Los tres tiempos: pasado, presente y futuro, deben estar relacionados para realizar y alinear la planeación estratégica, la implementación del sistema de gestión, los procesos, la operación de la organización, los indicadores para toma de decisiones, la adaptación al cambio y la mejora continua.”

Este gráfico primeramente muestra la existencia del “tiempo” en la que vivimos, segundo por las circunferencias que aumentan con el tiempo nos da la idea de “progreso”, de “aumento” y por último observando las curvas que se intersecan unas con otras, nos da la idea de continuidad del pasado con el presente y de éste con el futuro.

1.) La representación del gráfico en la que el tiempo es una línea (no existe la palabra “tiempo” a lado de la línea, nosotros lo percibimos así), únicamente es eso, “una representación”. Por otro lado la línea ya está trazada, es decir, las partes que componen la línea son simultáneas y el tiempo es sucesivo. Es decir, como diría Kant, la representación del tiempo es una intuición porque todas sus relaciones pueden ser expresadas por una intuición exterior.

2.) Progreso: Para analizar esta idea que es percibida en el gráfico, me hago la siguiente pregunta: ¿Qué cosa es el progreso? Veamos que nos dice el diccionario: “Acción de ir adelante. Aumento, adelantamiento, perfeccionamiento. Movimiento de avance de la civilización y de las instituciones políticas y sociales. En cualquier ser, el progreso es el proceso telológicamente tensado producido por incorporación de elementos (físicos, espirituales, económicos, tecnológicos, etc.) en el que el cambio se manifiesta como paso continuado, mas o menos rápido, de una realidad a otros estados de sí misma. Esta incorporación es factible por una conversión de condiciones meramente reales (posibles) en actualidades efectivamente determinadas (existentes), que implica tanto el desarrollo o perfeccionamiento de cualidades intrínsecas como la captura o asimilación de entes externos. Se dice que un proceso progresivo se ha detenido cuando una entidad no es capaz de incorporar nuevos elementos a través de la conversión sin perder su identidad, es decir ha llegado a su final (telos) de su capacidad de progresar sin dejar de ser ella misma.” Estos conceptos nos muestran una actitud positivista hacia el futuro sea de una persona, empresa, nación o por que no decirlo de la misma humanidad. Ahora ¿es natural que toda persona quiera ir hacia allá, es la búsqueda de la felicidad o como Zea nos dice hemos divinizado esta palabra? En mi opinión ninguna de las dos cosas, es solo una actitud de las muchas que pueden existir frente al futuro.

3. La idea de continuidad, creo que es indudable. En esta parte Arturo Roig con el análisis de “legado” nos hace notar incluso los errores que podemos cometer y Echeverría con la “evanescencia de la identidad” nos permite visualizar que la identidad se evapora con el tiempo dando paso a nuevas formas. La intersección en sí, es el “legado”, pero no importa en sí mismo este legado, sino el “sujeto” que la recibe y como la recibe.

Con respecto al texto, pienso lo siguiente:

El texto para mi persona por el área de mi profesión es totalmente congruente con lo que se dice y hace, es un lenguaje netamente empresarial, pero me pregunto ¿son realmente ciertas estas afirmaciones? La verdad es que no; hoy en día nos dan un sin número de recetas, fórmulas, normas, que al seguirlas llegaremos a manejar el futuro totalmente, y si no lo conseguimos es que no seguimos al pie de la letra estas indicaciones. La verdad es que únicamente son guías, porque vivimos dentro de un sistema, como parte del texto indicado nos dice, y en éste conviven un sin número de factores que hacen de la vida un azar, lo que nos defiende de esta vida “azarosa” es nuestro conocimiento y forma de conducirnos de alguna manera.

Por ello ubico en esta parte el concepto de furología que define el “intento” del ser humano por manejar su futuro:

“Arte y disciplina que ocupa de descubrir y definir las formas y opciones posibles del futuro en el orden económico, cultural, social, tecnológico, etc., a partir de una explotación y valoración sistemática de los datos disponibles en el presente, y particularmente de los que se refieren a las líneas de evolución dominantes en cada uno de los campos considerados.”

Por último para terminar ubico unas palabras de Alan Torean que las comparto plenamente:

La acción política ya no está al servicio del progreso; ya no ambiciona alcanzar un determinado estado de sociedad, se podría decir, haciendo propia una célebre fórmula de Saint – Just, que ella está al servicio de la felicidad de cada uno, lo que nos protege de cualquier tentativa de definir una política racional. El espíritu democrático, en cuanto gestión de la diversidad y reconocimiento del Otro, contradice con evidencia cada vez mayor la idea misma de progreso.”

“Nuestro pensamiento se ejerce en el espacio y ya no en el tiempo, busca definir algunas elecciones posibles entre diversas construcciones del espacio antes que descubrir el sentido de la historia, el paso del tiempo. El ideal democrático ha querido luchar contra la desigualdad social afirmando que todos éramos similares y que vendría el día en que todos seríamos ciudadanos del mundo; hoy afirma lo contrario, que somos todos diferentes, pero que, cada uno a su modo, nos esforzamos por conjugar libremente en nuestra experiencia de vida actividades técnicas y económicas comunes a todos con la particularidad de la identidad personal y colectiva de cada uno”.

Bibliografía:

La Enciclopedia, Salvat Editores, 2004, Colombia.
Mora, Ferrater, Diccionario de Filosofía, Editorial Ariel, 3ra reimpresión mayo 2004, Barcelona, España.
Novísimo Diccionario de la Lengua Castellana, Librería de Garnier Hermanos, París, Francia, 1892.
Kant, Immanuel, Crítica de la Razón Pura, Editorial Losada, 1985, Barcelona, España.
Hegel, J.G.F., Fenomenología del Espíritu, Instituto Cubano del Libro, La Habana, 1972.
Zea, Lepoldo, América en la Historia, Ediciones de la Revista de Occidente, 1970, Madrid, España.
Echeverría, Las Ilusiones de la Modernidad, Editorial Tramasocial, Segunda Edición, 2001, México.
Jaramillo Alvarado, Pío, El Indio Ecuatoriano, Tomo II, Corporación Editora Nacional, Quito, 1997.
Roig, Arturo Andrés, Teoría y Crítica del Pensamiento Latinoamericano, Fondo de Cultura Económica, 1981, México.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante, pienso que: antes que el tiempo està el movimiento, y si no hay movimiento no hubiera tiempo; què pasarìa si todo el univeso estarìa estàtico?, el tiempo es relativo al movimiento y a la vida misma; y la vida tiene un pasado, un presente y un futuro. Màs aùn el tiempo està incluido en el planteamiento universal: De dònde venimos, quiènes somos y hacia donde vamos.
Creo que la filosofìa no es subjetiva, al contrario es pràctica y tangible, por que nos ayuda a identificarnos y a tener una referencia en el tiempo y el espacio; es el principio del hilo para encaminarnos al progreso, empezar a comprender es empezar a entendernos a nosotros mismos para poder entrar en armonìa con lo que nos rodea.

Anónimo dijo...

el tiempo no es sino una medida inventada por el hombre. Este no existe hasta que nosotros los homo sapiens decidimos medirlo.

El tiempo proviene del latín que signica "tempus" que a su vez viene de "temper", es decir, el tiempo se ve afectado por nuestro temperamento.
En conclusión, el tiempo puede pasar más rapido o más lento, dependiendo de nuestro estado de ánimo.